El proyecto se sitúa en Santa Marinella, una ciudad costera de desarrollo lineal con manzanas uniformes y sin un centro urbano definido. El concurso buscaba dotar a la ciudad de un espacio urbano simbólico que representara y aglutinara la vida social. La propuesta consiste en un edificio de geometría simple y fácilmente reconocible, que alude a las plazas europeas de bordes sólidos, el cual flotará sobre una plaza seca, soportado por tres edificios de diversas formas y funciones: el cuartel de policía, la biblioteca y la sala de audiencias de la asamblea legislativa. De esta manera, se crea un lugar representativo a partir de la consolidación de un vacío de alto contenido simbólico: una plaza cívica delimitada por un edificio administrativo curvilíneo, apoyado en los tres pilares que mantienen el equilibrio y crecimiento de la comunidad: la democracia, la cultura y el orden. Al estar elevado de la plaza, el conjunto es permeable a la ciudad que lo rodea.