El edificio está ubicado dentro del Club Hacoaj, en la zona norte del Gran Buenos Aires, rodeado por el río Tigre. Inspirados por las sinuosas curvas de este río de llanura, propusimos un edificio que ondula en su sección, evocando la fluidez natural del entorno.

El proyecto se desarrolla sobre un terreno sumamente angosto de 200 metros de largo, convirtiéndose en la nueva fachada del club que mira hacia el barrio. Estas ondulaciones suaves no solo generan una entrada renovada y distintiva para el club, sino que también integran un basamento comercial transparente en la planta baja. Por encima, se ubican unidades temporales de departamentos y áreas de encuentro destinadas a los socios, creando un efecto de ligereza que da la sensación de que flotan sobre el paisaje.

El techo del edificio está concebido como un club elevado, diseñado para brindar una experiencia única. Incluye un circuito para correr, piscinas y restaurantes, ofreciendo un espacio recreativo y funcional que aprovecha las vistas y la conexión con el entorno natural. Este diseño busca no solo innovar en términos arquitectónicos, sino también fortalecer el vínculo entre el club, sus socios y el paisaje que lo rodea.