Este edificio de departamentos en esquina se emplaza en un pequeño terreno de 12x12m junto a una plaza y vías férreas, con su volumetría condicionada por las normativas locales. El diseño se enfocó en las fachadas, resueltas con un elemento continuo de hormigón que se pliega en la esquina. Cada piso presenta una composición variable de llenos y vacíos, dando a cada apartamento una relación particular con la plaza. Los balcones en los extremos actúan como transición con las construcciones vecinas, acentuando su ligereza. En general, este proyecto refleja una exploración de soluciones innovadoras para el desafío arquitectónico de un edificio en esquina.